Categoría: Actualidad

Cuando un bebé llega a tu vida, las preocupaciones se multiplican por mil. ¿Qué quiere decirnos con este llanto? ¿Cómo sé si realmente está sano? Estas son solo algunas de las preguntas que los padres se hacen desde el primer momento que un pequeñín inunda la casa. Y si hablamos de salud bucodental, a muchos les preocupa el momento en el que le empiecen a despuntar sus dientes.

Lo primero que debes pensar siempre -en el tema dientes y en cualquier otro- es que cada persona es un mundo y, por tanto, cada bebé también. Cada uno tiene un ritmo propio y compararlo con los bebés de amigos o familiares no te hará ningún favor. No obstante, también es cierto que existen intervalos de tiempo dentro de los cuales es normal que tu hijo no tenga dientes. Unos niños son más precoces que otros, por lo que lo más probable es que no tengas de qué preocuparte.

De forma habitual, los dientes salen entre los seis y los ocho meses de edad; aunque si es antes o más tarde también puede ser normal. Comenzará a ser preocupante si a los 18 meses tu hijo no tiene ningún diente: hasta ese momento, todo está bien, podéis respirar tranquilos. De todos modos, no olvides que tanto los pediatras como los odontólogos estamos a tu disposición para responder cualquier duda sobre este tema.

Seguro que, en alguna ocasión, te has dicho que, cada cierto tiempo, es importante realizarse una limpieza bucodental profesional; es decir, en una clínica dental y realizada por un profesional del sector. Pero, ¿alguna vez te has preguntado el por qué lo necesitas? ¡Te lo contamos en este post!

Muchas personas se toman en serio su higiene bucodental y lo hacen de forma consciente, después de cada comida y con los medios necesarios. Otras muchas ni siquiera se la toman tan en serio como deberían. Sin embargo, de lo que te vamos a hablar a continuación es tan importante para unos como para otros.

Las limpiezas profesionales son necesarias por varios motivos:

• Llegan a puntos de tu boca que son prácticamente imposibles para ti y tu cepillo
• Permiten observar problemas o indicios de futuros problemas para ponerles solución
• Es la única forma de eliminar sarro si existe
• Permite eliminar manchas que no desaparecen sólo con el cepillado diario

Chuparse el dedo es un hábito que realizan todos los bebés. De manera general, no es algo de lo que debas preocuparte siempre y cuando sea algo no habitual y se haga cuando el bebé todavía es pequeño. Los problemas pueden comenzar si es un niño quien se chupa el dedo y si lo hace de manera constante. ¿Quieres conocer cuáles pueden ser las consecuencias?

La fricción que se realiza al chuparse el dedo puede ocasionar que la parte superior de su boca comience a moverse hacia adelante mientras que la inferior lo haga al revés. Además, otra de las consecuencias posibles es que se produzcan malformaciones o deformaciones en su paladar -algo que también puede ser causa del chupete-.

Por otro lado, otras de las consecuencias de chuparse el dedo de forma habitual puede ser el desarrollo de una mordida abierta; es decir, que sus dientes superiores e inferiores no encajan de forma correcta. Lo más adecuado siempre es consultar con un profesional para que pueda resolver todas tus dudas. ¡¡Estamos aquí para ayudarte!!

Los selladores o sellantes dentales son un recubrimiento que se coloca en los dientes, concretamente en los surcos que contienen, para evitar futuras caries. Están compuestos de resina y suelen colocarse en las piezas dentales más traseras, molares y premolares.

La razón de la existencia de los selladores dentales es que los surcos que presentan las muelas, muchas veces, son complicados de acceder con el cepillo de dientes y, por tanto, de limpiar; lo cual puede conllevar a la aparición de caries y otros problemas derivados.

Estos selladores tienen una duración de entre 5 y 10 años y después pueden repararse. El proceso es bastante sencillo y consiste simplemente en aplicar el producto de los selladores encima de la pieza dental para después secarlo con una luz especial que los endurece en unos 30 segundos.

En un post anterior te hablamos de cómo poner solución a las manchas dentales. Pero, como es posible que no las tengas y lo que realmente te interese es saber cómo prevenirlas, hoy te queremos hablar de ello. ¡Conoce las maneras que existen de prevenir la aparición de manchas dentales!

• No fumar
• No consumir en exceso alimentos que manchen los dientes, como el café, el té, el vino… Prácticamente todos los que son de colores oscuros
• Evitar medicamentos y antibióticos que los manchen
• Visitar frecuentemente al dentista
• Una buena higiene bucodental: después de cada comida

Las manchas dentales pueden suponer un problema para muchas personas. Aunque normalmente suele ser estético, es cierto que hay personas que prefieren poner solución a sus manchas. Por ello, si este es tu caso, nosotros queremos echarte una mano proponiéndote algunas soluciones.

Debes tener en cuenta que lo esencial es acudir a un dentista, ya que solo un profesional puede aconsejarte qué es lo mejor en tu caso. Como en casi todo, la solución dependerá del origen y del estado de las manchas.

• Limpieza. Una de las soluciones más comunes a las manchas dentales que son superficiales son las limpiezas. Estas son las que se ubican en el esmalte del diente. Las limpiezas profesionales siempre deben ser realizadas en una consulta para eliminar el sarro acumulado y eliminar las manchas con métodos adecuados.
• Carillas. Las carillas son pequeñas láminas de porcelana o composite que se colocan sobre los dientes. Estas pueden cambiar el color e incluso la forma de un diente, por lo que también es una solución apta para este problema.
• Blanqueamiento. Si después de haberte hecho una limpieza, tus manchas no han desaparecido, es posible que necesites un blanqueamiento. Por supuesto, jamás te aconsejaremos blanqueamientos en casa que puedan dañarte el esmalte. Siempre debes acudir a un profesional.

Una de las cosas que más nos llaman la atención de los brackets cuando somos pequeños son esas gomitas -a veces de colores- que se colocan en la parte metálica de la ortodoncia. Es lo que comúnmente conocemos como gomas o elásticos y hoy queremos hablarte de ellas.

Sin duda, podríamos decir que existen dos tipos de gomas en los brackets: las que se colocan en la parte metálica o arco y las que unen la parte de abajo con la de arriba. ¿Quieres saber para qué sirve cada una de ellas?

Las que se colocan en el arco del bracket sirven para que la ortodoncia ejerza la fuerza necesaria sobre cada uno de los dientes. La función principal de la ortodoncia es conseguir que cada diente se ubique donde le corresponde, por lo que estas gomas permiten que el bracket haga fuerza sobre el diente hasta llevarlo donde corresponde.

Por otro lado, los elásticos intermaxilares sirven para lograr una oclusión correcta, es decir, para que ambos maxilares encajen de forma correcta. Estos son necesarios únicamente para bocas en las que la parte superior y la inferior no encajaban de manera correcta.

Las espátulas o talladores de cera se utilizan para mezclar y modelar ceras odontológicas. Lo más habitual es que las utilicen los protésicos dentales, que son los encargados de diseñar y fabricar prótesis dentales, ortodoncias, férulas dentales, etc.

El protésico crea cada pieza para un paciente concreto, por lo que consta de un trabajo muy exacto, para lo que requiere de un material específico. Normalmente, los talladores de cera suelen estar formados por dos extremos. Uno de ellos dispone de una espátula y, el otro, de una cucharilla para licuar y añadir la cera.

Además del tallador, el protésico dental puede necesitar cubetas, articuladores, pinzas, alicates, bisturís…

Los dientes tienden a moverse durante toda nuestra vida. Por tanto, aunque te hayas sometido a un tratamiento de ortodoncia, es posible que puedas tener que volver a hacerlo si pasa mucho tiempo y no utilizas los mecanismos retenedores como debes. Además de ello, acudir con frecuencia al dentista es una de las maneras de evitarlo.

Como ya te hemos indicado alguna vez, es importante que después de finalizar un proceso de ortodoncia, comiences a llevar retenedores. Estos pueden ser fijos o removibles y ello dependerá de tu dentista y de la situación de tu boca.

Por tanto, aunque no es lo más común que tengas que someterte a dos tratamientos de ortodoncia, sí pueden tener lugar. Sobre todo, son comunes cuando una persona ha llevado ortodoncia de niño y no ha continuado con sus visitas periódicas o no ha llevado sus retenedores.