Chuparse el dedo es un hábito que realizan todos los bebés. De manera general, no es algo de lo que debas preocuparte siempre y cuando sea algo no habitual y se haga cuando el bebé todavía es pequeño. Los problemas pueden comenzar si es un niño quien se chupa el dedo y si lo hace de manera constante. ¿Quieres conocer cuáles pueden ser las consecuencias?

La fricción que se realiza al chuparse el dedo puede ocasionar que la parte superior de su boca comience a moverse hacia adelante mientras que la inferior lo haga al revés. Además, otra de las consecuencias posibles es que se produzcan malformaciones o deformaciones en su paladar -algo que también puede ser causa del chupete-.

Por otro lado, otras de las consecuencias de chuparse el dedo de forma habitual puede ser el desarrollo de una mordida abierta; es decir, que sus dientes superiores e inferiores no encajan de forma correcta. Lo más adecuado siempre es consultar con un profesional para que pueda resolver todas tus dudas. ¡¡Estamos aquí para ayudarte!!

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