Acudir al odontólogo cada 6 meses para realizar una revisión exhaustiva y una limpieza profesional.
Realizar una higiene bucal que elimine la placa bacteriana de todas las caras de los dientes, encías y lengua con cepillo e hilo dental después de cada comida.
Tener una dieta equilibrada que cubra los requerimientos energéticos necesarios según la edad y evitar al máximo el consumo de comidas y bebidas azucaradas.