¡Qué levante la mano quién haya mordido un bolígrafo alguna vez!
Esta manía, o costumbre casi irremediable, produce daños en la salud bucodental.
Apretar con fuerza conlleva el desprendimiento de trozos pequeños del plástico o madera que forman el bolígrafo o lápiz. En algunos casos se han producido microrroturas en algún/os diente/es.