El envejecimiento no solo se hace notar en nuestra piel y nuestro cabello, nuestros dientes y encías también sufren deterioro en sus células al igual que el resto de órganos y tejidos del cuerpo.

Las células se renuevan a una velocidad más lenta, los tejidos se vuelven más delgados y menos elásticos, los huesos se tornan menos densos y fuertes y el sistema inmunitario puede volverse más débil por lo que se presentan infecciones más rápidamente y la sanación se vuelve más tardía.

Desde Clínica Dental Pablo Fos os recomendamos prevenir estas afecciones acudiendo a la clínica, os garantizamos el mejor tratamiento para mantener tu sonrisa lo más «joven» posible.

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