La caída de los dientes de leche puede ser dolorosa para los niños y niñas, pero siguiendo una serie de recomendaciones pueden aliviarse la mayoría de las molestias.
Para comenzar, una vez empieza a moverse el diente, no conviene forzarlo hasta el momento en el que esté lo suficiente suelto. Una vez el diente está listo para desprenderse puede sangrar un poco, por lo que podemos cortar el sangrado con ayuda de una gasa.
Finalmente, y lo más importante, celebrar la caída de los dientes como algo bueno para quitar el miedo de los niños y niñas hacia este suceso. Además, no olvidemos la fabulosa llegada del Ratoncito Pérez.